Vintage: Al rey de Francia (1536)

10 Jul

¿Qué cosa cuadra mejor y más propiamente con la fe que reconocernos a nosotros mismos desnudos de toda virtud, para ser vestidos de Dios? Reconocernos vacíos de todo bien, para ser llenados de Él? ¿Reconocernos esclavos del pecado, para ser librados de él? ¿Reconocernos ciegos, para que se nos dé la vista? ¿Reconocernos cojos, para que se nos encamine? ¿Reconocernos débiles, para que se nos sustente? ¿Quitarnos toda materia de gloriarnos, para que Él solo sea el glorioso, y nosotros nos gloriemos en Él?
Cuando nosotros decimos estas cosas y otras semejantes, nuestros adversarios dan voces diciendo que, si esto fuese verdad sería destruida no sé qué ciega luz natural, las preparaciones que ellos se han forjado para no disponer venir a Dios, el libre albedrío, las obras meritorias de vida eterna con sus obras de supererogación*; y esto porque ellos en ninguna manera pueden soportar que la honra y gloria entera de todo bien, virtud, justicia y sabiduría resida en Dios.
Mas nosotros no leemos que algunos hayan sido reprendidos por haber sacado mucha agua de la fuente de agua viva; mas por el contrario son gravemente reprendidos los que cavaron pozos, pozos digo resquebrajados, y que no pueden retener el agua.
Juan Calvino, primero de agosto de 1536

Juan Calvino 10 de julio de 1509 – 27 de mayo de 1564

*Nota acerca de las obras meritorias de vida eterna con sus obras de supererogación: Según la enseñanza católico-romana (enseñanza que contradice a la revelación bíblica) las almas piadosas no sólo pueden hacer satisfacción completa en esta vida por los pecados veniales que han cometido, sino que pueden expiar también la pena temporal debida por los pecados mortales cuya culpa ha sido absuelta en la confesión por la absolución, pero por los que debe hacerse satisfacción completa a la justicia de Dios. Esto se realiza por medio de los actos de mortificación, ayunos, oraciones y obras meritorias. Estas obras meritorias pueden ser de índole material o espiritual. Las obras meritorias materiales incluyen dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar alos enfermos y encarcelados, dar posada al peregrino, redimir a los cautivos y enterrar a losmuertos. Las obras espirituales son enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo ha menester, consolar al triste, corregir al que obra mal sufrir las injurias, perdonar las debilidadeshumanas y orar por los vivos y los difuntos. Las obras meritorias no solamente benefician al quelas recibe, sino también al que las hace, porque por ellas se acumulan méritos que sirven para contrarrestar y cubrir nuestras propias faltas, y, si fueran suficientes, llegarían a dar completa libertad de las penas del purgatorio más tarde.

«Después de haber hecho esto, podemos con celo y perseverancia seguir más adelante con las obras de supererogación para acumular más méritos de los que nosotros mismos necesitamos…» (Un Examen Doctrinal de las Enseñanzas del Catolicismo Romano).

SOLI DEO GLORIA

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