No nos reunimos para tomar nuestros propios brebajes de quién es Dios, sino para describir lo que Él decide revelar de sí mismo a través de la Palabra. John Stott lo dice así «Dios debe hablarnos antes de que tengamos libertad de hablarle. Él debe revelarnos quién es antes de que podamos ofrecerle lo que somos en adoración aceptable. La adoración a Dios es siempre una respuesta a la Palabra de Dios. Las Escrituras nos dirigen maravillosamente y enriquecen nuestra adoración».
El misionero y disertante de adoración Ron Man agrega: «Para que la adoración esté llena de la maravilla de Dios, esta maravilla debe revelarse con la lectura y exposición de los actos y modos poderosos de Dios que nos relatan las Escrituras. Por eso John Piper se refiere a la predicación como exaltación expositora»
Frank Fortunato, Adoración y Misión
Pasión Global
Soli Deo Gloria
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